En los años 70 del siglo XX, Philip Morris lanzó una campaña publicitaria para sus cigarrillos Saratoga con el lema común de ¡¡Espérate a que termine mi Saratoga!! La cosa tenía sentido porque los cigarrillos Saratoga tenían la peculiaridad de ser más largos que los normales y por lo tanto tardaban más en consumirse.
Los anuncios de esta campaña estaban encabezados por un dibujo que representaba una situación que no admitía demora, pero que el placer proporcionado por los cigarrillos hacía que esta espera se produjera.
El eslogan alcanzó popularidad entre los compradores y la empresa productora convocó concursos públicos en los que se llegaba a ofrecer 5.000 $ a la mejor idea para desarrollar una viñeta sobre el tema. El jurado lo constituían prestigiosos editorialistas gráficos del país.
En algún sitio se atribuye la autoría al prestigioso Arnold Roth, pero pese a que los dibujos están firmados AR, forma en la que lo hacía Roth frecuentemente, no estoy seguro del todo por motivos estilísticos. Habrá que seguir investigando.
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