Bajo este título, tomado de la revista que Javier Carpintero editó a mediados de la década de los 90, pretendo comentar las relaciones que el ajedrez ha mantenido y mantiene con la literatura y las artes plásticas.
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jueves, 23 de marzo de 2023
VLADIMIR OVCHINNIKOV III
jueves, 16 de marzo de 2023
CASS TIMBERLANE
Pobre dama. No puedes saltar debido a las estúpidas reglas que hizo un hombre hace siglos |
GINNY—¿Qué pasa?CASS—La dama no puede saltar.GINNY—¿Por qué?CASS—No lo sé. Es una regla.GINNY—¿Quién hizo las reglas?CASS—Un chino, supongo. No recuerdo su nombre.GINNY—¿Por qué que las mujeres no pueden hacer las reglas? ¿Quién sabe si este salto no mejoraría el juego?CASS—¿Qué crees que pasaría?GINNY—Pasaría de todo. Pasaría algo nuevo, algo que no ha intentado nadie antes.CASS—¿Te gustaría verlo?GINNY—Sí.CASS—Supón que saltaras con tu dama así. Sería jaque a mi rey. Tendría que cubrir con mi alfil que daría jaque a tu rey y perderías la dama. Tablas por ahogado y se acabó la diversión.GINNY—Pobre dama. No puedes saltar debido a las estúpidas reglas que hizo un hombre hace siglos. ¡No es justo!
El director George Sidney y Spencer Tracy |
El MI Herman Steiner explica la posición al director George Sidney y a Spencer Tracy |
Lana Turner, Herman Steiner, George Sidney y Spencer Tracy |
domingo, 12 de marzo de 2023
NOVELA DE AJEDREZ
La liberación al dominio público de la obra de Stefan Zweig a partir del 1 de enero de 2023 ha propiciado una enorme cantidad de reediciones de sus obras. Entre ellas, como no, también las de la última novela que escribió Die Schachnovelle, conocida en español como Novela de ajedrez.
Una de ellas, muy cuidada, a cargo de la editorial Alma, está ilustrada por el artista británico Paul Blow.
NOVELA DE AJEDREZ
ALMA. BARCELONA, 2022
TRADUCCIÓN DE ITZIAR HERNÁNDEZ RODILLA
sábado, 11 de marzo de 2023
WILLIAM JAMES TOPLEY
viernes, 10 de marzo de 2023
SARA KHADEM
jueves, 9 de marzo de 2023
¡Y TRES SI PHILIDOR GANA EL TORNEO!
miércoles, 8 de marzo de 2023
JOLANTA PLACZYŃSKA
jueves, 2 de marzo de 2023
LA FRAGUA DE LOS ÁNGELES
El italiano Egidio Constantini (1912-2007) pasó por muchos oficios antes de encontrar el que le dio fama. Fue operador de radiotelegrafía, empleado de banca, empresario en el sector de la madera intentando explotar los recursos naturales de los bosques (en sus ratos libres se había licenciado en Botánica), comercial para empresas del vidrio de Murano y, por fin, maestro soplador de vidrio.
Un día, quedó fascinado por un proceso de vitrificación natural que observó en un horno en el que se trataba la madera con la que trabajaba y decidió trasladarse a Murano dispuesto a aprenderlo todo sobre el arte del vidrio.
Mientras aprendía el oficio, confirió la idea de elevar la artesanía del vidrio a un arte similar a la escultura o la pintura. Hombre honesto consigo mismo, pronto se dio cuenta de que a él le faltaba algo para conseguir ese fin. Pero no se desanimó. Comenzó a escribir a los artistas más notables de su época ofreciéndoles colaboración. Ellos harían los diseños, él se encargaría de la parte técnica de la producción de las obras.
Poco a poco logró convencer a muchos de ellos para que le aportaran diseños con los que hacer sus esculturas de vidrio. La lista de artistas que colaboraron con él es impresionante: Jean Arp, Alexander Calder, Gino Severini, Jean Cocteau, Georges Braque, Marc Chagall, Lucio Fontana, Le Corbusier, Oskar Kokoschka, Pablo Picasso... y unos cuantos más.
En 1955, creó una empresa para comercializar estos trabajos que recibió, a iniciativa de Jan Cocteau, el nombre de La fragua de los ángeles. Inicialmente, Cocteau había propuesto inicialmente, quizá con mala baba, La cocina de los ángeles, en alusión a un cuadro de Bartolomé Esteban Murillo en el que unos ángeles cocinan milagrosamente para unos monjes que han dado todo su condumio en caridad. Puede que Cocteau aludiera a los artistas que «cocinaban» para Constantini, puede que no; pero al italiano, La cocina de los ángeles le pareció un buen nombre para un restaurante, pero no para una empresa de vidrio y Cocteau propuso entonces lo de la fragua.
La fragua de los ángeles no funcionó demasiado bien hasta que Peggy Guggenheim puso parte de su enorme fortuna en el proyecto en 1961. A partir de ahí, las cosas fueron mejor y la figura de Egidio creció hasta convertirse en el «maestro de maestros» del arte del soplado de vidrio.
Una de sus obras más importantes fue reproducir a gran escala el juego de ajedrez diseñado por Max Ernst en 1944 para la exposición The Imagery of Chess, comisariada ese mismo año por el galerista Julien Levy, Marcel Duchamp y el propio Ernst. El conjunto al completo se conoce como La Inmortal, lo que resultará lógico al ver la última fotografía.
Varias piezas diseñadas por Max Ernst y sopladas en vidrio por Egidio Constantini |
Dos caballos enmarcando a dos peones del juego de ajedrez Ernst/Constantini |
Un caballo del juego Ernst/Constantini |
La dama del juego Ernst/Constantini |
La firma de Max Ernst en la dama del juego Ernst/Constantini |
La posición final de la Inmortal. Alguna pieza ha bailado, pero sigue siendo reconocible. |