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martes, 1 de febrero de 2022

MARK TWAIN EN EL MISISIPÍ


Life on the Mississippi fue el primer original mecanografiado que llegó a una editorial (James R. Osgood & Co. Boston, 1883) y es un libro de carácter autobiográfico de Samuel Langhorne Clemens (1835-1910), mejor conocido como Mark Twain.

Mark Twain había crecido en un pueblo a orillas del Misisipí y el río tiene una presencia importante en su vida y en su obra, sobre todo en sus grandes novelas Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn

En su juventud, Twain se había ganado la vida como piloto en los barcos de vapor que recorrían el río, transportando personas y mercancías, y que contribuyeron de forma importante al desarrollo económico del país. 

En La vida en el Misisipí, la primera parte del libro describe el proceso de aprendizaje de un río siempre cambiante en el que los aprendices de piloto tenían que memorizar cada centímetro de ribera, tanto en sentido norte como en sentido sur, tanto de día como de noche, para poder evitar los bajíos, los bancos de arena, los escollos y otros accidentes geográficos que hacían peligrosísima la navegación. 

La segunda mitad, describe un viaje hecho por el río por un Mark Twain ya maduro en el que reflexiona sobre la decadencia del transporte fluvial, arruinado por el ferrocarril, y se desgranan multitud de pequeños cuentos sobre las gentes que habitaban las orillas del río.

Durante su periodo de aprendizaje, Twain navegó con muchos pilotos experimentados. De uno de ellos, George Ealer, cuenta lo siguiente:
Cuando hacíamos alguna parada, escuchaba a George Ealer tocar la flauta o leer párrafos de sus dos biblias —Goldsmith y Shakespeare—, o jugaba con él al ajedrez. Incluso alguna vez pude haberle ganado, pero siempre retiraba su último movimiento y cambiaba su juego.

Las aficiones de Ealer eran intensas. En un terrible accidente, el estallido de las calderas de un vapor que pilotaba...

Todos los que respiraron ese vapor murieron —y fueron muchos—; ninguno se salvó. Pero Ealer no lo respiró. Se abrió camino hasta donde había aire limpio tan rápido como pudo y, en cuanto el vapor se despejó, regresó y volvió a subir a las calderas, donde con paciencia buscó y reunió todas y cada una de las figuras de su ajedrez y los pedazos de su flauta.

En la ilustración de María José Acosta, Mark Twain rememora esas aventuras juveniles en el cuarto de derrota de un barco en cuya mesa de cartas náuticas hay un tablero de ajedrez.


FICHA TÉCNICA
MARK TWAIN
ILUSTRACIONES DE EMUND H. GARRRETT, JOHN HARLEY Y A. BURNHAM SHUTE
LA VIDA EN EL MISISIPI
REINO DE CORDELIA. MADRID, 2021
TRADUCCIÓN DE SUSANA CARRAL



 

 

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