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viernes, 5 de febrero de 2021

TORRE x TORRE

Hoy se estrena para España el documental Torre x Torre sobre la figura del genial ajedrecista mexicano Carlos Torre Repetto (1904-1978). A partir de los recuerdos de familiares y amigos se perfila su corta carrera ajedrecista —aunque larga vida— componiendo el retrato de un personaje fascinante y envuelto en el misterio. No en vano el programa se subtitula El enigma de Carlos Torre.

Dirigida por Juan Obregón y Roberto Garza, Torre x Torre es el fruto de un enorme esfuerzo de documentación realizado durante muchos años. La mayoría, si no todos, de los han tenido cierto peso en el ajedrez mexicano dan su opinión sobre él. Sobre sus triunfos, sobre su estilo de juego, sobre las razones de su retirada, sobre su vida «civil»... Hay de todo, hasta teorías conspiranoicas. Incluso ilustres como Averbaj, Karjakin, Topalov o Anand dan su opinión.

Carlos Torre en 1918 en Nueva Orleáns.

Nacido en el seno de una familia de intelectuales que había emigrado a Nueva Orleáns en 1915, el desarrollo ajedrecístico de Torre fue espectacular. En 1922, con 18 años, se proclamó campeón de Nueva Orleáns; con 19, de Luisiana; con 20, de Nueva York. Estos triunfos no pasaron desapercibidos y fue invitado a Europa por mediación de Marshall y Tarrash.

 

Aquí disputó tres torneos: Baden Baden, Marienbad y Moscú, todos el año 1925, donde consiguió resultados notables: victorias sobre Lasker, Marshall, Grünfeld, Saemicsh, Reshevsky, Reti o Maroczy. Tablas con Rubinstein, Alekhine o Capablanca. También derrotas, claro. Pero su juventud (21 años era entonces ser muy joven para un profesional del ajedrez) hizo que se le augurara una prometedora carrera y ¿Quién sabe? la posibilidad de poder aspirar un día al título mundial.

De regreso a América, en 1926, se proclamó campeón de México con el 100% de los puntos y jugó su último torneo en Chicago. Invicto antes de la última ronda, era firme candidato al primer puesto, pero una derrota contra Edward Lasker le privó del título en favor de Marshall. Al parecer, Torre protestó porque adujo que su rival había recibido ayudas durante la partida. La protesta fue a más y, en un confuso incidente, terminó expulsado de los EE. UU. A partir de aquí dio algunas muestras de excentricidad y no volvió a jugar profesionalmente al ajedrez. Su carrera internacional había durado un año.

Hasta aquí lo que más o menos todo ajedrecista sabe de Torre —además de que dio nombre a una apertura y que su maniobra contra Emanuel Lasker figura como ejemplo en todos los libros de táctica—. Y a partir de aquí, en mi opinión, empieza lo interesante: el enigma Carlos Torre.

¿Qué hizo Torre en los cincuenta y dos años que le quedaban de vida? Pues estudiar filosofía, ingresar en los rosacruces, ingresar y salir de instituciones mentales, vivir muy humildemente, frecuentemente de la ayuda de sus amigos, y estar pendiente del ajedrez. El Torre desconocido es un hombre amable, pródigo hasta decir basta, modesto y enemigo de cualquier polémica. No quería ofender a nadie. Si jugaba al ajedrez una partida amistosa ofrecía tablas —al parecer algunos aficionados se iban dando saltos gritando: ¡He hecho tablas con Torre! ¡He hecho tablas con Torre!— e inventar una variante del ajedrez.

Esta variante, llamada «Aljedrez», se jugaba en un tablero de 9x9 e incorporaba una pieza nueva (el fósforo) que aunaba los movimientos del caballo y la dama. Nada original hasta aquí, lo realmente novedoso de este juego, y que resume de paso lo que era Carlos Torre en aquel entonces, es que se podían rectificar jugadas. Los que lo practicaron dicen que era casi imposible ganar una partida. Probablemente, lo que Torre quería: un ajedrez pacifista.

No me resisto a contar una última anécdota. Preguntado por un amigo por el valor de las piezas, Torre le dio la suya personal... pero en pesos mexicanos.

Peón: 1,00 $

Caballo: 2,83 $

Alfil: 2,97 $

Torre: 4,05 $

Dama: 7,81 $

Rey: 3,48 $

Y añadía:

Salud: 0,24 $

Llevar blancas: 0,01 $

El maestro norteamericano, residente en Nueva Orleáns, como Torre, cierra la película afirmando: «El mundo es un lugar mejor porque él vivió». Y tiene razón.

FICHA TÉCNICA
GUION Y DIRECCIÓN, JUAN OBREGÓN Y ROBERTO GARZA
PRODUCCIÓN, ROBERTO GARZA
ARTEGIOS. MÉXICO, 2018

El documental puede verse en alquiler a través de plataformas como Mowies, Eyelet o Vimeo on Demand.

Fotograma de la película





 

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