Al ilustrador norteamericano Kyle Hilton un buen día se le ocurrió la idea de enseñar la Historia del Arte a través de recortables. Dicho y hecho, en 2014 publicó un libro —Art History Paper Dolls— en el que reúne a 16 artistas de todas las épocas, desde los más venerados clásicos hasta los más conspicuos vanguardistas, en el formato de las intantiles «muñecas de papel» que se recortaban y que iban acompañadas de vestidos y otros complementos para adornarlas.
Con este libro se puede «vestir» a los artistas con algunas de sus obras más relevantes. El conjunto no carece de humor negro —Van Gogh, por ejemplo, viene con una oreja deshechable— y no deja de ser una manera divertida de aprender algo de arte.
De Duchamp se menciona como su más famosa obra L.H.O.O.Q. —título que leído como un acróstico da una interpretación maliciosa de la Mona Lisa—; como acontecimiento divertido de su vida, que abandonara el arte en aras del ajedrez y anima al comprador a armar dos de sus obras más polémicas, la Rueda de bicicleta de 1913 y la Fuente de 1917. Por supuesto, no podía faltar un tablero de ajedrez.
El propio Duchamp puede montarse con pipa o sin pipa o adoptar el aspecto de su alter ego femenino, Rrose Sélavy. También puede adornarse con los bigotes y la perilla con que adornó —profanó para otros— la Gioconda de Leonardo da Vinci.
Seguramente a Duchamp le hubiera encantado esta aproximación a su obra. Desde luego está muy cerca del concepto de museo portátil expresado en la Boîte en valise que construyó entre 1935 y 1940 para albergar reproducciones de toda su obra.
PS. El tablero recortable lleva los tebejos diseñados por Max Ernst, no los del propio Duchamp.
PS. El tablero recortable lleva los tebejos diseñados por Max Ernst, no los del propio Duchamp.
☞FICHA TÉCNICA
KYLE HILTON
ART HISTORY PAPER DOLLS
CHRONICLE BOOKS. SAN FRANCISCO, 2014
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