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jueves, 3 de octubre de 2019

EL CASO PETROV


El caso Petrov fue el más sonado de los asuntos relacionados con el espionaje y el contraespionaje en Australia durante de la Guerra Fría. Vladimir Petrov y su esposa Evdokia eran supuestamente diplomáticos destinados en Canberra, pero realmente eran oficiales de alto rango del NKVD, precedente del más conocido KGB, la policía secreta soviética. Él era coordinador de la red de espías comunistas en Australia; ella, experta en cifrado y encriptado de mensajes. 

En 1954, en los convulsos días que siguieron a la muerte del padrecito Stalin, Petrov se sintió inseguro. La destitución y posterior ejecución de Lavrenti Beria, jefe de la Policía y del Servicio Secreto Soviético, su principal valedor, acrecentó sus sospechas de que podía ser depurado si regresaba a la Unión Soviética. Así que resolvió desertar. Después de una rocambolesca aventura, que incluye violentas manifestaciones de cientos de australianos en el aeropuerto de Sidney para evitar su repatriación, su esposa le siguió.

Mientras desembuchaba todo lo que sabía, el matrimonio Petrov fue alojado en una casa segura en las afueras de Sidney. Allí Petrov entretenía sus ocios, como podemos ver en la fotografía, jugando al ajedrez.

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