En el libro de Enrique Vila-Matas Suicidios ejemplares, el relato titulado «El arte de desaparecer» cuenta la historia de Anatol, un escritor secreto que guarda cierto parecido con el italiano Gesualdo Bufalino, invitado frecuente a estas páginas. Anatol busca ante todo pasar desapercibido, no busca publicar sus escritos, ni llamar la atención de modo alguno...
Y siempre había existido en él un rechazo total del sentimiento de protagonismo. Perder, por ejemplo, siempre le había gustado. Hasta en el ajedrez prefería jugar a un tipo de juego que se llama «autómata», y que consiste en obligar al contrincante a vencer a pesar suyo.
No me consta que exista una variante del ajedrez que se llame «autómata». Creo que el autor se ha confundido con el tipo de problemas conocidos como de mate inverso o automate. La definición de este tipo de problemas sería: «las blancas juegan y obligan a las negras a dar mate en un número determinado de jugadas».
Veamos un ejemplo:
JOSEPH NEY BABSON
NEW YORK KLIPPER, 1880
AUTOMATE EN 3 (7+4)
Para entender este problema (y de paso conocer mejor el juego al que suponemos se entregaba Anatol, el protagonista del relato) debemos olvidar lo que es el objetivo del ajedrez: dar mate al rey contrario. Aquí es al revés, las blancas deben mover de forma que las jugadas únicas que le queden al negro conduzcan de forma inexorable al mate del propio rey. Podemos seguir la solución en el visor de partidas.
Los problemas de mate inverso o automate están muy bien explicados por parte de José Antonio López Parcerisa —miembro de la Sociedad Española de Problemistas de Ajedrez (SEPA)— en este artículo del blog Ajedrez 365
FICHA TÉCNICA
ENRIQUE VILA-MATAS
SUICIDIOS EJEMPLARES
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