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viernes, 13 de mayo de 2016

NO HAY AJEDREZ SI NO HAY LIBERTAD


El pasado 13 de marzo, el escritor y periodista italiano Roberto Saviano publicó en el diario La Repubblica un artículo titulado «Io e Kasparov, scacco ai dittatori» —Kasparov y yo, jaque a los dictadores— (el 31 de marzo se publicó en la edición digital de El País con traducción de Carlos Gumpert) en el que daba cuenta de la conversación que había mantenido con el decimotercer Campeón del Mundo de Ajedrez, Garry Kasparoven un encuentro informal celebrado en Nueva York unos días antes.

El tema que había reunido a ambos hombres era su lucha contra el poder dictatorial. Contra la mafia en el caso de Saviano (recordemos que la publicación de Gomorra en 2006, libro donde denunciaba los delitos de la Camorra, le ha supuesto tener que vivir bajo protección policial permanente) y contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en el caso de Kasparov (quien actualmente vive exiliado en Nueva York).

Como no podía ser menos, siendo uno de los contertulios uno de los mejores jugadores de ajedrez de la historia y un confeso aficionado al juego el otro, la conversación está llena de metáforas de índole ajedrecística. En este sentido es interesante la reflexión de Kasparov sobre el poder dictatorial, al que hace análogo a los juegos de cartas donde los argumentos permanecen ocultos y por lo tanto se puede jugar de farol, en contraposición con los argumentos transparentes que atribuye a los poderes democráticos y al ajedrez. Una reflexión que Saviano refuerza en las frases que sirven de colofón al artículo:
Un jugador de ajedrez sólo puede jugar con inteligencia, con estrategia, con lealtad. No hay ajedrez si no hay libertad.







2 comentarios:

  1. Estimado bloguero: ¿Se puede reír uno del artículo? Porque el ajedrez no ha hallado más acomodo y reconocimiento – o su polo opuesto: la proscripción más severa – que en los países totalitarios donde la clase dirigente pueda disfrutar, sin demasiada incertidumbre, del poder sin verse cuestionada; sólo tiene ud. que verificar el escalafón de países a la vanguardia y, salvando el hecho de que las migraciones contribuyen a matizar las diferencias, el mapa, en una visión de conjunto, ofrece resultados concluyentes. Observe, por consiguiente, a las naciones que suponen cantera de grandes maestros y las que los reciben: Rusia, China, India y algunos países de la extinta URSS representan al primer grupo en tanto que EEUU, Alemania, Israel, Países Bajos o España el segundo y es que en las llamadas democracias, el ajedrez parece no interesar demasiado en que se difunda. Saludos. Armando.

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  2. Básicamente, estoy de acuerdo con lo que dice; así fue durante todo el siglo XX. La URSS en el pasado —y hoy en día China— destinó ingentes recursos al ajedrez lo que, indiscutiblemente, dio sus frutos en el ámbito competitivo.

    Saludos.

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