En la esquina de los bulevares Santa Mónica y Beverly Glen tuvo lugar un duelo a muerte entre Audi y BMW. Las hostilidades las rompió Audi que en la presentación de su nuevo modelo A4 colocó unos retadores carteles en los que espetaba a la competencia: "Te toca, BMW".
La repuesta vino de la mano del concesionario Santa Monica BMW y fue tan lacónica como contundente: "Jaque mate".
El escenario del duelo.
Magnífico ejemplo de cómo la publicidad ha cobrado vida propia y poco importa lo que pretende vender: ella misma es, en muchos casos, su propio objeto. No pocas veces la mercancía cae en el olvido y la campaña que la acompañaba permanece largo tiempo en el recuerdo, como si fuera ella la que estaba en venta. En este caso, los coches son los trebejos, no más que los instrumentos de una batalla que libran dos jugadores encarnados en sus respectivas marcas publicitarias. Una de ellas tiende una celada y acaba perdiendo la partida por no haber calculado bien todas las variantes, que no eran muchas por otra parte. La venganza se la han servido en bandeja de plata. A todo esto, imagino que los fabricantes de los autos, relegados al olvido, asistirían asombrados a semejante lucha, admirados incluso por el derroche de ingenio para vender la propia publicidad. ¿Quién, a la vista de los carteles, se fijaría en los coches?
ResponderEliminarEnhorabuena, Mariano.