Distovagal era un barbitúrico, hipnótico y sedante compuesto de sustancias tan poéticas como el fenobarbital, la belladona o la ergotamida que se recetaba para hacer frente a problemas como el insomnio, el estrés o la ansiedad. Al ritmo que van creciendo las preocupaciones en nuestra querida sociedad moderna, no sería de extrañar que se convirtiera en el medicamento estrella de nuestro tiempo.
Una de las estrategias publicitarias de la compañía distribuidora, Laboratorios Fournier, fue la edición de calendarios de bolsillo ilustrados por Antonio Mingote. El de 1969 nos muestra a un compungido caballero al que los problemas se le presentan como trebejos de ajedrez. Nada, nada. Una pastillita de Distovagal y a seguir currando.
Grandisimo blog! ¿Te importa que lo enlace en el mio? http://ajedrezporandaluz.blogspot.com.es/
ResponderEliminarPasate y avisame, sino te importa lo enlazo GRACIA
Muchísimas gracias, Miguel.
ResponderEliminarEncantado de enlazar con tu blog.
Saludos.
Para algunas cosas tengo memoria fotográfica y recuerdo perfectamente la cajita y el color de las grageas rosa pálido de mi abuela materna. No podía ir a ningún sitio sin su distovagal..buenas siestas se hacía y después buenos cafés de manga que se preparaba.. nunca he sabido porqué se lo tomaba.. por el nombre pensé que era para la digestión pero hoy me he llevado la gran sorpresa al saber que en realidad el distovagal eran barbitúricos e hipnóticos para, digámoslo, colocarse un poquito. Ahora me entiendo mejor..de naturaleza le viene al galgo. Saludos cordiales 😃
ResponderEliminarGracias por la visita, Merche
ResponderEliminar