Lucas Hugensz o Jacobsz, los especialistas no se ponen de acuerdo en cuál era su verdadero nombre, aunque él adoptó, al igual que otros muchos artistas, el de su ciudad natal como apellido pasando a llamarse Lucas de Leyden, es el autor del siguiente cuadro.
En todos los sitios dedicados al Artedrez ocupa un lugar señalado por la importancia del pintor dentro de la Historia del Arte y la calidad misma del cuadro. Sobre todo si tenemos en cuenta que el autor era jovencísimo cuando realizó la obra.
En el cuadro se representa una variante del ajedrez conocida como Courier Game que estuvo muy difundida en ciertas zonas de Alemania durante la época medieval. Murray, en su monumental "A History of Chess", que para oprobio y vergüenza eternas aún no tiene traducción al castellano, nos cuenta cómo se jugaba.
Murray cita como la principal fuente de conocimiento de esta modalidad de juego la obra de Gustavus Selenus "Ajedrez o el juego de los reyes", publicada en Leipzig en 1616.
Vayamos por partes:
Se jugaba en un tablero de 12x8 casillas:
El juego seguía las normas medievales. Lo que quiere decir que solo las torres, los caballos y los reyes se movían como hoy en día, aunque estos últimos no podían enrocar. El alferza, la primitiva dama, solo podía jugar una casilla en diagonal en cualquier dirección y capturaba de igual modo. Los alfiles también movían en diagonal y en cualquier dirección pero saltando una casilla. Al igual que los caballos actuales podían saltar por encima de las piezas de cualquiera de los dos bandos. Por último, los peones movían como en la actualidad aunque se discute si existía la captura al paso y de qué forma se realizaba la promoción.
Las nuevas piezas eran las siguientes: el Mann, que podríamos traducir por Consejero, se movía exactamente igual que el rey pero con la particularidad de que podía ser capturado; el Schleich, Bufón, se movía un paso en vertical u horizontal en cualquier dirección; el Courier, Mensajero, se movía como el alfil moderno.
La partida comenzaba obligatoriamente moviendo dos escaques los peones de torre dama, de torre rey y de dama y dando un gracioso salto con la Dama a la tercera casilla de su columna, recuérdese que la dama solo podía mover en diagonal una casilla, y a partir de ahí comenzaba el juego.
Selenus ilustró su libro con unas xilografías de los trebejos:
El Courier Game fue quizá el más exitoso de todos los intentos que hubo por ampliar el ajedrez introduciendo nuevas piezas. Está documentada su existencia desde principios del siglo XIII y todavía se jugaba en la ciudad sajona de Ströbeck a principios del siglo XIX.
Recientemente, Chess Collectors ha comercializado una reproducción moderna del juego basándose en la pintura de Lucas de Leyden. En el boletín de la misma asociación, Rick Knowlton explicó el proceso de creación de los trebejos y dio unas breves notas sobre la historia del Courier Chess, además de establecer la posición que se muestra en la pintura.
Si observamos ésta con detenimiento, la posición digo, un rápido vistazo a la disposición de las piezas nos muestra una gran superioridad material del bando de las negras, el que defiende la mujer. En la web antes citada se ha analizado cuidadosamente la posición y la conclusión es que el rey blanco está a punto de recibir mate. Es pues, una posición verosímil y correctamente representada.
Este hecho, no demasiado habitual en muchas obras de tema ajedrecístico, hace que la interpretación, muy extendida por cierto, de la pintura como una escena de género sin más resulte francamente insatisfactoria. Pero eso será el tema de otra entrada.
En el cuadro se representa una variante del ajedrez conocida como Courier Game que estuvo muy difundida en ciertas zonas de Alemania durante la época medieval. Murray, en su monumental "A History of Chess", que para oprobio y vergüenza eternas aún no tiene traducción al castellano, nos cuenta cómo se jugaba.
Murray cita como la principal fuente de conocimiento de esta modalidad de juego la obra de Gustavus Selenus "Ajedrez o el juego de los reyes", publicada en Leipzig en 1616.
Vayamos por partes:
Se jugaba en un tablero de 12x8 casillas:
El juego seguía las normas medievales. Lo que quiere decir que solo las torres, los caballos y los reyes se movían como hoy en día, aunque estos últimos no podían enrocar. El alferza, la primitiva dama, solo podía jugar una casilla en diagonal en cualquier dirección y capturaba de igual modo. Los alfiles también movían en diagonal y en cualquier dirección pero saltando una casilla. Al igual que los caballos actuales podían saltar por encima de las piezas de cualquiera de los dos bandos. Por último, los peones movían como en la actualidad aunque se discute si existía la captura al paso y de qué forma se realizaba la promoción.
Las nuevas piezas eran las siguientes: el Mann, que podríamos traducir por Consejero, se movía exactamente igual que el rey pero con la particularidad de que podía ser capturado; el Schleich, Bufón, se movía un paso en vertical u horizontal en cualquier dirección; el Courier, Mensajero, se movía como el alfil moderno.
La partida comenzaba obligatoriamente moviendo dos escaques los peones de torre dama, de torre rey y de dama y dando un gracioso salto con la Dama a la tercera casilla de su columna, recuérdese que la dama solo podía mover en diagonal una casilla, y a partir de ahí comenzaba el juego.
Selenus ilustró su libro con unas xilografías de los trebejos:
El Courier Game fue quizá el más exitoso de todos los intentos que hubo por ampliar el ajedrez introduciendo nuevas piezas. Está documentada su existencia desde principios del siglo XIII y todavía se jugaba en la ciudad sajona de Ströbeck a principios del siglo XIX.
Recientemente, Chess Collectors ha comercializado una reproducción moderna del juego basándose en la pintura de Lucas de Leyden. En el boletín de la misma asociación, Rick Knowlton explicó el proceso de creación de los trebejos y dio unas breves notas sobre la historia del Courier Chess, además de establecer la posición que se muestra en la pintura.
Si observamos ésta con detenimiento, la posición digo, un rápido vistazo a la disposición de las piezas nos muestra una gran superioridad material del bando de las negras, el que defiende la mujer. En la web antes citada se ha analizado cuidadosamente la posición y la conclusión es que el rey blanco está a punto de recibir mate. Es pues, una posición verosímil y correctamente representada.
Este hecho, no demasiado habitual en muchas obras de tema ajedrecístico, hace que la interpretación, muy extendida por cierto, de la pintura como una escena de género sin más resulte francamente insatisfactoria. Pero eso será el tema de otra entrada.
FICHA TÉCNICA
GAME OF CHESS (1508)ÓLEO SOBRE TABLA 27x35 cm.
STAATLICHE MUSEEN. BERLÍN