Uno de los poemas más célebres dedicados al ajedrez es el siguiente soneto de Jorge Luis Borges, reproducido hasta la saciedad en todas cuantas obras tocan, aunque sea de soslayo, las relaciones entre el ajedrez y la literatura. Supongo que todos lo conocerán pero... bueno nunca viene mal volver a leerlo.
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino.
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada del
jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste la pieza.
¨Qué Dios detrás de Dios, la trama empieza
de polvo y tiempo y sueños y agonías?
Aparte de su belleza formal, el poema desarrolla uno de los grandes tópicos del ajedrez como elemento simbólico en la literatura de todos los tiempos: la analogía entre el tablero y el mundo real. Si el lector tiene la paciencia necesaria para seguir leyendo este irregular blog, verá como este tema no deja de salir bajo diferentes formas
Y además, el tema es antiguo. El Omar de la sentencia no es otro, como es sabido, que Omar Jayyan el célebre matemático, astrónomo, médico y poeta persa que vivió a caballo entre los siglos XI y XII y al que se atribuye el siguiente cuarteto.
Somos muñecos que agita la rueda del cielo
Esto es una verdad y no una metáfora
Somos en efecto juguetes sobre el tablero de ajedrez de la vida
que dejamos para entrar uno a uno en la nada.
Y de la poesía al estarcido o, como se llama ahora, al stencil.
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino.
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada del
jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste la pieza.
¨Qué Dios detrás de Dios, la trama empieza
de polvo y tiempo y sueños y agonías?
Aparte de su belleza formal, el poema desarrolla uno de los grandes tópicos del ajedrez como elemento simbólico en la literatura de todos los tiempos: la analogía entre el tablero y el mundo real. Si el lector tiene la paciencia necesaria para seguir leyendo este irregular blog, verá como este tema no deja de salir bajo diferentes formas
Y además, el tema es antiguo. El Omar de la sentencia no es otro, como es sabido, que Omar Jayyan el célebre matemático, astrónomo, médico y poeta persa que vivió a caballo entre los siglos XI y XII y al que se atribuye el siguiente cuarteto.
Somos muñecos que agita la rueda del cielo
Esto es una verdad y no una metáfora
Somos en efecto juguetes sobre el tablero de ajedrez de la vida
que dejamos para entrar uno a uno en la nada.
Y de la poesía al estarcido o, como se llama ahora, al stencil.
Chess graffiti tituló Tisane el que les muestro que fue estampado en la ciudad de Buenos Aires en el año 2007. El anónimo artista nos sugiere que además de ser manejados por fuerzas que se nos escapan, nosotros podemos también manipular a los otros. Como rúbrica, otra mano anónima pone el dedo en la llaga: un ratito cada uno.
FICHA TÉCNICA
JORGE LUIS BORGES
EL HACEDOR
ALIZANZA EDITORIAL. MADRID, 2003
OMAR JAYYAN
RUBAIYYAT
TRADUCCIÓN DE CARLOS AREÁN
VISOR. MADRID, 1981
EL HACEDOR
ALIZANZA EDITORIAL. MADRID, 2003
OMAR JAYYAN
RUBAIYYAT
TRADUCCIÓN DE CARLOS AREÁN
VISOR. MADRID, 1981
esta genial el stencil. me gustaría estar allí para fotografiarlo y subirlo a flickr. pero ya qué.
ResponderEliminarno sabía de ese poeta persa médico, se oye interesante.
saludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAmbos autores visitan este tópico varias veces; otra de las robiayyat que se le atribuyen a Jayyam dice:
ResponderEliminarTodo es un tablero de ajedrez de noches y días, donde el destino, con hombres como piezas, juega: Acá y acullá mueve, y da jaque mate y mata, y uno por uno, vuelve a ponerlos en la caja.
Tiene la novedad de incluir el símil de los noches y los días con el color de los escaques. Borges, por su parte, hace referencia en varias ocasiones, como en el relato "El milagro secreto" y en este otro poema:
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
NOTA: Si te los estabas guardando para otro post, no dudes en borrar el comentario, no obstante, Jayyam tiene más, según creo.
Me alegra que vuelvas a escribir! además me gustó la entrada, tiene un video en youtube con el poema de la voz del autor, un saludo!
ResponderEliminarHola, me gustaria proponerle un intercambio de links, con la pagina de ajedrez TodoAjedrez, http://www.todoajedrez.com.ar/ lo hago por este medio pues no encontre ningun contacto en su blog. Yo ya agregue un link hacia su blog, si está de acuerdo solo agregue un link hacia la direccion anterior.
ResponderEliminarSaludos y muchas gracias
No te lo pierdas, Alvi. Estoy seguro de que te interesará. Gracias por todos los comentarios que me haces.
ResponderEliminarGracias por los comentarios, Evil. Fíjate que creo que es el mismo cuarteto pero traducido de otro modo. He encontrado muchas versiones, algunas de ellas no parecían venir del mirmo original.
Un saludo para ti también, Manuel. Gracias por la visita.
Encantado de intercambiar links contigo, Mariscal. Gracias.
¡Un cordial saludo a todos!